No hay mucho que añadir de este tesoro de nuestra gastronomía, apreciada por su riqueza en sabor y calidad. Una buena anchoa no necesita muchas presentaciones. Su sabor, su olor y su textura lo dicen todo de ella.
Pero… ¿qué debemos tener en cuenta para saber si una anchoa es de buena calidad?
La elaboración de los filetes de anchoa para su posterior conservación es una delicada y esmerada labor artesanal. El proceso se inicia con el salado y posterior prensado de este pescado. Es preciso dejar reposar las anchoas entre 6 – 8 meses a una temperatura adecuada, hasta que toman el color marrón rojizo – intenso y el aroma apropiado.
Pasado ese tiempo se cortan las anchoas y se procede a la fase de secado, gracias al cual se extrae la máxima cantidad de salitre para que su espacio lo ocupe la mayor cantidad de aceite posible. Durante el empaque se abren las anchoas y se retira a mano la espina central, convirtiendo cada una de ellas en dos filetes. Tras una última limpieza, las anchoas se envasan para su posterior aceitado, cierre y estuchado.
Los filetes de anchoa se caracterizan por su firmeza y sabor inigualables, que hace que sea uno de los productos más apreciados y valorados por los gourmets más exigentes.
Desde Conservas Zallo queremos mostraros el proceso de elaboración artesanal al que es sometido nuestra Anchoa, mediante este vídeo en el que podréis ver cada paso, desde la captura hasta el enlatado final.
Valor energético 1.037 Kj / 244 Kcal · Grasas 15g de las cuales saturadas 2,3g / monoinsaturadas 11g / polinsaturadas 1,3g · Hidratos de carbono 0g · Azúcares 0g · Proteínas 27g · Sal 7,2g · Ácidos grasos Omega-3 0,3g
