¿Qué es el botulismo?

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El botulismo es una intoxicación poco frecuente pero grave, provocada por la toxina botulínica, una neurotoxina producida por la bacteria Clostridium botilinum.

La vía de intoxicación más común es la alimentaria, siendo las conservas y sobre todo las caseras las causantes de la práctica totalidad de los brotes.

A diferencia de las conservas de origen industrial, la elaboración casera no permite lograr el grado de esterilización necesario para eliminar el peligro ya que la bacteria es capaz de sobrevivir perfectamente a la temperatura de ebullición del agua. Este peligro va aumentando exponencialmente: cuanto más tiempo se almacenen las conservas caseras antes de su consumición más riesgo.

Si bien hay algunos signos que podrían delatar la presencia de la toxina en la conserva (hinchamiento del envase, presencia de gas a la hora de abrir el envase,…) generalmente, su presencia no produce alteraciones en el aspecto, olor o sabor de los alimentos, por lo cual, hay que tener especial cuidado.

Las conservas envasadas comercialmente rara vez están implicadas en problemas por botulismo ya que seguimos protocolos rigurosos de seguridad alimentaria que aseguran que nuestros productos son aptos para el consumo. En Conservas Zallo, hemos validado nuestros procesos de esterilización con el Departamento de Sanidad de EEUU (FDA), entidad que fija uno de los criterios más estrictos a nivel mundial para garantizar la seguridad de las conservas y la prevención del botulismo.