Diferencias entre conservas y semiconservas

Diferencias entre conservas y semiconservas

¿Habías oído alguna vez que hay conservas y semiconservas? Esto es importante, ya que te permitirá conocer cómo preservar los alimentos correctamente en tu hogar para que sigan siendo productos saludables.

La diferencia entre conservas y semiconservas: envase hermético o esterilización

Esta es la diferencia entre las conservas y semiconservas, y lo que determina también su fecha de caducidad y periodo de consumo una vez abierto.

Las conservas están convenientemente preparadas con un tratamiento térmico y se envasan al vacío. Gracias a esto, se pueden conservar durante varios años, o incluso para siempre. A veces, la fecha de caducidad indicada en el envase es solo la de consumo preferente, es decir, puede que en ese tiempo el producto haya cambiado de consistencia o se altere ligeramente su sabor por causas como la temperatura, pero seguirá siendo un producto seguro.

Un ejemplo de conserva es la miel; también lo son nuestro Bonito del Norte, atún, etc. De esa manera, se convierten en productos que puedes almacenar fácilmente y tener siempre a mano para cualquier ocasión imprevista.

Las semiconservas no se someten a un proceso de esterilización como las altas temperaturas, sino a técnicas como el salado, ahumado o desecado. Así, una vez abierto el envase, deberás guardar estos alimentos en el frigorífico y consumirlos en un breve espacio de tiempo, que normalmente te indica el envase, y que suele ser de unos 4-5 días. Es el caso de nuestra anchoa del Cantábrico, con su sabor fresco e intenso, conservada en aceite. En este producto, la lata puede guardarse durante aproximadamente un año en un lugar fresco. Su sabor depende de si se consume en los primeros 6 meses desde que se enlató.

En nuestra conservera siempre encontrarás productos de calidad y consejos para que puedas disfrutar nuestras conservas de la mejor manera para tu paladar y tu salud. ¡Buen provecho!