Todos conocemos la zona de Bermeo por sus conservas: bonito del norte y anchoa del Cantábrico son nuestro producto estrella. Una potente industria conservera fruto de nuestra relación con el mar. Y esta relación también nos deja Madalenak, una fiesta de tradición marinera que se celebra en Bermeo, Mundaka y Elantxobe y que, tras dos años de ausencia por culpa de la pandemia, vuelve el próximo 22 de julio, ¡y no podíamos estar más emocionados!
Una fiesta para disfrutar de las conservas
Hay muchas leyendas sobre la fiesta de las Madalenas, por ejemplo, la que sitúa su origen en una disputa entre Bermeo y Mundaka por el control de la isla de Izaro. En realidad, la tradición de ir hasta esta isla nos sirve para recordar los límites de Bermeo. La alcaldesa arroja una teja al grito de “Hasta aquí llegan las aguas de Bermeo”, antes de poner rumbo a Elantxobe para comer. Desde allí, visitamos Mundaka y volvemos a Bermeo.
Eso sí, podemos empezar la fiesta el día de antes Baztarre, un barrio de Bermeo. Chocolatada, cuentacuentos, pasacalles, conciertos… Para recuperar fuerzas, disfrutamos de un pintxo matinal en el puerto ya el día 22 mientras disfrutamos del trajín preparatorio de los barcos. Los de anchoa del Cantábrico son un clásico que nunca falla. Si no puedes ir en barco, siempre hay autobuses con los que reengancharse al recorrido en Elantxobe.
Después de comer en Elantxobe, puedes continuar con la fiesta en el pueblo o seguir a la comitiva oficial rumbo a Mundaka y de regreso a Bermeo. Allí disfrutaremos del aurresku en Goiko Plaza, y siempre tenemos la opción de alargar la celebración en los bares de Bermeo hasta bien entrado el nuevo día. Todo ello disfrutando de los pintxos y las magníficas conservas que tanta fama le han dado a nuestra zona.
