En ZALLO, cada conserva es el resultado de un cuidado proceso artesanal que combina tradición, sostenibilidad y una dedicación inigualable a la calidad. Ya sea el bonito del norte, las anchoas del Cantábrico o los mejillones en escabeche, cada producto pasa por etapas meticulosas que garantizan su sabor auténtico y su frescura. A continuación, te mostramos cómo convertimos los mejores frutos del mar en conservas gourmet apreciadas por los amantes de la buena mesa.
El Arte de las Conservas
El mundo de las conservas no solo es una cuestión de técnica, sino también de pasión y respeto por los productos del mar. En ZALLO, llevamos décadas perfeccionando el arte de conservar lo mejor del Cantábrico y otras zonas de pesca sostenible. Desde el proceso de captura hasta el envasado final, cada paso es una muestra de nuestro compromiso con la excelencia.
De la Pesca al Tarro: Pasión por la Calidad
Pesca Sostenible y Respetuosa con el Entorno
El primer paso de nuestro proceso comienza en el mar, donde trabajamos con pescadores que emplean técnicas selectivas y sostenibles. En el caso del bonito del norte, utilizamos pesca con caña, que minimiza el impacto en el ecosistema marino. Para las anchoas del Cantábrico, se opta por métodos tradicionales como las redes de cerco, asegurando que solo se capturen ejemplares en su momento óptimo.
Este compromiso no solo protege el medio ambiente, sino que también garantiza la frescura y calidad de cada captura.
Selección y Limpieza Manual
Una vez que el pescado llega a nuestras instalaciones, comienza el proceso de selección y limpieza. Tanto el bonito del norte como las anchoas se limpian manualmente, asegurando que cada lomo o filete esté en perfecto estado para su elaboración.
En el caso de las anchoas, este paso incluye la salazón, un proceso tradicional que intensifica su sabor y permite una conservación óptima antes del fileteado.
Elaboración Artesanal de las Conservas
El siguiente paso varía según el producto:
- Bonito del Norte: Tras una cocción cuidadosa para preservar su textura y sabor, los lomos se envasan a mano en tarros de cristal, junto con aceite de oliva de primera calidad.
- Anchoas del Cantábrico: Los filetes de anchoa se limpian minuciosamente a mano para eliminar cualquier resto de espinas. Posteriormente, se colocan con precisión en sus envases y se bañan en aceite de oliva, que potencia su sabor.
- Mejillones en Escabeche: Los mejillones se limpian y cuecen cuidadosamente antes de ser marinados en nuestro escabeche especial, una receta que combina tradición y sabor único.
Conservas Gourmet: Sabor y Tradición en Cada Tarro
Una Experiencia Gastronómica Única
Cada conserva de Zallo ofrece una experiencia culinaria que lleva lo mejor del mar directamente a tu mesa. Los sabores intensos y la calidad premium de nuestras anchoas, bonito del norte y mejillones hacen que sean ideales tanto para disfrutar solos como para crear recetas gourmet.
Compromiso con la Sostenibilidad
En Zallo, entendemos que proteger el entorno es esencial para garantizar la calidad y disponibilidad de nuestros productos. Por eso, trabajamos con prácticas de pesca responsable y utilizamos materiales reciclables en nuestros envases, alineándonos con un enfoque sostenible en cada etapa del proceso.
En Zallo, cada tarro cuenta una historia de tradición, sostenibilidad y pasión por la excelencia. Ya sea el delicado sabor del bonito del norte, la intensidad de las anchoas del Cantábrico o la versatilidad de los mejillones en escabeche, nuestras conservas representan lo mejor del mar.
Descubre más sobre nuestras técnicas artesanales y explora nuestra gama de productos en ZALLO. Lleva a tu mesa una experiencia gastronómica única con conservas que destacan por su sabor y calidad.